lunes, 28 de diciembre de 2009

El aire es el paisaje donde flotan nuestras fantasías...



Decidí morir, recluirme en mi mismo, en mi cueva y no salí al exterior durante mucho tiempo. Mucho. Así, entre el dolor más profundo y la pena impertinente, he necesitado el silencio de la soledad absoluta para ver las cosas con perspectiva. A veces necesitamos hibernar. Estar un tiempo recluidos en una especie de burbuja invisible, y solos.
Hasta que soñé con el sonido del viento mil noches. Viento intenso. Brisa sana y pura que oxigenó mis pulmones y sobre todo mi alma. Porque soñar el sonido del viento, y no sé dónde lo leí, simboliza la fuerza de la vida, la energía y el vigor. El sonido de buenos vientos anuncia cambios. Porque que el aire es el paisaje donde flotan nuestras fantasías. Hoy soplan buenos vientos y el cielo me sonrie. Las nubes vuelven a acariciar mi manto de ilusiones. Porque siempre hay una nueva oportunidad para volver a amar,  para volver a confiar y para volver a querer. Estoy de vuelta otra vez. Poco a poco.

El otro día pensaba que me encanta cuando alguien me dice de la forma más natural posible...te echo de menos...y se nota quizás por el tono de la voz, o por la urgencia de la mirada...que lo dice de verdad. He vuelto a creer y a tener cariño genuino que me rodea y me llena de alegría. Espero que dure. Porque me hace feliz.

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