domingo, 4 de abril de 2010

Grandes desafíos

Pienso que si tuviera que mencionar los rasgos más característicos de un líder, tendría que decir que para mí el liderazgo, es el proceso que permite influir con creatividad en otros y apoyarlos con entusiasmo, en el logro de objetivos comunes. Esos objetivos para el líder son grandes desafíos. Un líder, de esta manera, no espera que las oportunidades vengan a su puerta, es él el que las crea, si es necesario.


Considero importante precisar, que al menos para mí, un líder no necesariamente tiene que ser un jefe u ocupar algún cargo de poder. Un líder debe ser un ejemplo para sus compañeros y transmitir por medio de sus acciones y palabras, que él se mueve por motivos trascendentes, para que el resto de la organización (si se tratase de una empresa) también anhele moverse en la vida (laboral y personal) por estas motivaciones más significativas, vitales e imprescindibles. Esta honesta y leal actuación, creo, le conferirá a la larga plena autoridad entre las personas dirigidas o dirigentes. La ejemplaridad, desde mi humilde visión, es la única manera de alcanzar la autoridad, fin último del liderazgo. Con visión e identificación de objetivos claros y asequibles. Priorizando y siempre actuando con el máximo equilibrio. El líder debe ser una persona que genere admiración y respeto.

Quizás, una de las cualidades más distintivas, es su capacidad para comunicarse. Para mí un líder debe tener necesariamente carisma, es decir, ese especial y excepcional don de atraer, de cautivar y de seducir con sus ideas, con sus formas, con su estilo, incluso con su estampa. Creo que por esencia el líder debe ser empático. Crece y hace crecer a su entorno. Además, está permanentemente al servicio de los demás. Con respeto, siempre sumando, trabajando para multiplicar esfuerzos y creando constantemente oportunidades para todos. Un líder es una persona que ostenta el valor de la responsabilidad. Sabe que su liderazgo le confiere poder (a veces) y utiliza ese poder en beneficio de otros. El uso correcto de ese poder fecunda, acrecienta y fortalece la figura de autoridad del líder.


Demos un paso más en la descripción de características y cualidades de un líder. Debe identificarse, sin lugar a dudas, por su capacidad de planear, de establecer metas, de reconocer objetivos y establecer estrategias. Metas y objetivos. Tan simple, pero tan complejo a la vez. Un líder, ante momentos difíciles, escenarios adversos, de crisis o de tensión máxima, redirecciona esa energía y es capaz de convertirla en posibilidades y en ventajas.

Un líder siempre se inspira en la excelencia del trabajo bien hecho, de la tarea bien lograda. Además, debe tener la capacidad para dirigir un grupo con pasión, con optimismo, animando a su gente por motivos trascendentes y superiores, o también aportando esa cada vez más escasa actitud positiva, de persistencia y de pasión por lo que se hace. Apostando con seguridad y firmeza en el desarrollo de relaciones constructivas y virtuosas.

Un líder conoce sus fortalezas y sabe sacarles el máximo beneficio. Asimismo, sabe identificar sus debilidades y encuentra cómo transformarlas. Así es capaz de proponer un espíritu de innovación entre sus dirigidos, pero pensando siempre en la ejecución de esa idea desde un principio. Un líder fomenta la unidad, la motivación e identificación de todos los integrantes de su organización o de su grupo donde es parte.

Finalmente considero que el liderazgo necesariamente se alimenta de la permanente reflexión y de los momentos de silencio y soledad. El liderazgo se fortalece en la observación y en el convencimiento absoluto de que su proyecto o el de la su organización, contribuye a cimentar una sociedad más justa, más humana y más feliz.